Al someterse a un trasplante capilar, los pacientes pueden recuperar su apariencia y confianza, mejorando su autoestima y calidad de vida en general.

El trasplante capilar utiliza folículos pilosos propios del paciente, lo que garantiza resultados naturales y duraderos.

Además, la técnica ha avanzado significativamente en los últimos años, lo que ha llevado a procedimientos menos invasivos, una recuperación más rápida y resultados más estéticamente atractivos.

Sí, el trasplante capilar se considera una solución permanente para la pérdida de cabello.

Durante el procedimiento, los folículos pilosos sanos se extraen de las áreas donantes del cuero cabelludo, como la parte posterior o los costados de la cabeza, y se trasplantan en las áreas receptoras donde se ha producido la calvicie o la pérdida de cabello.

Estos folículos trasplantados conservan su capacidad de crecimiento y continúan creciendo cabello de manera natural en su nueva ubicación.

Antes de comenzar el trasplante, se administra anestesia local en el área donante y en el área receptora, lo que adormece el cuero cabelludo y minimiza cualquier posible dolor o incomodidad.

Esto permite que el paciente esté despierto durante el procedimiento, pero sin sentir dolor significativo, en general, el trasplante capilar se considera un procedimiento bien tolerado.

Después del trasplante, es posible que se experimente algo de molestia o sensibilidad en el cuero cabelludo durante unos días, pero esto puede controlarse con medicamentos recetados por el médico. En la mayoría de los casos, los pacientes pueden reanudar sus actividades normales en pocos días y la incomodidad generalmente disminuye rápidamente.